viernes, 6 de enero de 2012

Soñadora, Realista y Crítica

"Un sueño es un sueño.
Un proyecto es un sueño con un plan y una fecha límite"

Harvey Mackay

Algunos investigadores de la obra de Disney atribuyen su gran creatividad al resultado de una particular forma de funcionamiento de su psiquis.

Según Robert Dilts, un experto en programación neurolinguística (PNL), Disney utilizaba un proceso creativo en el que adoptaba alternativamente tres roles o "personalidades". Dilts las llamó La Soñadora, La Realista y La Crítica. Cada una de estas personalidades operaba de manera diferente.

Mientras desarrollaba la personalidad Soñadora, Disney daba rienda suelta a la libre asociación, el brainstorming y la generación de nuevos conceptos. Pero no era sólo un soñador. Al pasar a la personalidad Realista, una vez planteado el objetivo de un nuevo proyecto, se volvía un ejecutante escrupuloso de la estrategia de implementación, con una gran capacidad de motivar y liderar equipos. Finalmente, cuando asumía el de la personalidad Crítica, era un implacable observador de su proyecto en marcha, para buscarle defectos y formas de mejorarlo permanentemente.

Utilizando la estrategia de Disney

Esta habilidad para asumir los tres roles, es un activo muy valioso para la innovación en cualquier área, entre ellas la empresarial.

Estos siguientes tips nos pueden ayudar para resolver un problema o desarrollar un proyecto:

1. Adopte la personalidad Soñadora al comienzo de un proyecto. Pregúntese: ¿qué quiero lograr? ¿Cuál es el objetivo? ¿Por qué me interesa ese proyecto? Si no tuviera obstáculos ni restricciones, ¿qué me gustaría lograr? Esta es la etapa de pensar sin límites ni juicios.

2. Anote en una hoja todas las ideas e intuiciones que haya obtenido en esta etapa.

3. Adopte la personalidad del Realista. ¿Qué necesita para hacer realidad lo que se propone? ¿Qué recursos requiere (humanos, monetarios, tecnológicos)? ¿Qué obstáculos espera encontrar? ¿Tiene idea de cómo superarlos?

4. Escriba su plan para llevar a cabo el proyecto. No importa que no sea aún un plan muy detallado, escriba los grandes trazos y luego avance hasta el nivel de detalle que pueda.

5. Apenas comience la puesta en práctica del plan adopte con alguna frecuencia la personalidad Crítica. ¿Es esto lo mejor que puedo hacer? ¿Estoy satisfecha? ¿Cómo lo verán mis clientes? Siga refinando el plan y mejorando su implementación.

Aunque este esquema parece extraordinariamente simple, uno de los desafíos que plantea es no mezclar los roles o personalidades. Hay que tener cuidado de no introducir el análisis o la crítica cuando estamos proponiendo o explorando ideas nuevas, por ejemplo. La personalidad Crítica no debe entrar cuando la Soñadora está a cargo. Esa es una receta infalible para bloquearse.

Naturalmente todos tenemos nuestras mayores fortalezas en una o dos de las personalidades y nuestras debilidades en el resto. Las personas naturalmente creativas, suelen ser buenos Soñadores y cómo Críticos, pero no siempre tan buenos como Realistas. No siempre son buenos implementadores que hacen realidad los sueños.

Aunque uno puede mejorar, hasta cierto punto, sus habilidades en cualquier rol o personalidad, la mejor regla suele ser reconocer dónde están nuestras mayores debilidades y asociarnos u obtener ayuda de personas que nos complementen. En definitiva, no todos somos tan completos como Disney, pero todos podemos usar su método.

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